Declaración

Nuestro partido, el MOVIMIENTO NUEVA DEMOCRACIA MOIRISTA, desde su aparición pública hace ya más de un año, ha dado muestras fehacientes de mantenerse como integrante del PDA. Ha respetado y cumplido cada una de las decisiones tomadas por el Comité Ejecutivo.

Es preciso aclarar que acompañamos en la consulta para elegir candidato del Polo al compañero Gustavo Petro, quien para ese entonces planteaba la importancia de un candidato único de la oposición que pudiera medir fuerzas con el candidato de Uribe. Pasadas las elecciones para el Congreso nos vimos sorprendidos con que Petro había llegado a un acuerdo con la corriente que pugnaba por la candidatura de izquierda y había cambiado el discurso y las consignas. No obstante, persistimos en la campaña y cumplimos en la medida en que se nos permitió con las tareas. Y por supuesto votamos por Gustavo Petro a la presidencia de la República.

Finalizada la campaña del compañero Petro, éste, inconsultamente con los organismos del Polo, se reunió con el presidente electo Juan Manuel Santos y acordó unas tareas a través de mesas de concertación. Los revolucionarios que hacemos parte del PDA no aceptamos dicha componenda y nos opusimos a ella, pues consideramos que el PDA debe mantener en alto las banderas de lucha contra el gobierno continuista y proimperialista de Santos.

Posteriormente el compañero Petro reclamó para sí la presidencia del Polo. Demandó ante el Consejo Nacional Electoral la elección de Clara López como presidenta del mismo, cuando era él quien la había promovido como candidata a la vicepresidencia de la República así como a la presidencia del PDA.

En una muy bien publicitada rueda de prensa el compañero Gustavo Petro disparó desde la casa vecina contra el Polo Democrático. Si en Bogotá hay corrupción las autoridades deben juzgar y sentenciar a los culpables, y no cabe duda que los revolucionarios partimos de la anticorrupción para el desarrollo de nuestra trayectoria política. Petro ha recibido muchos honores de parte del Polo y por su importancia política no podía proceder de esta manera.

Nuestro partido, el MOVIMIENTO NUEVA DEMOCRACIA MOIRISTA, en reciente Conferencia Nacional realizada durante los días 7, 8 y 9 de octubre último, señaló con claridad meridiana que en el PDA debe abrirse una discusión que permita aclarar la esencia de la organización. Nosotros nos oponemos a que continúe llamándose “partido”, pues esto se ha convertido en una avivatada que permite acuerdos transitorios entre distintos grupos para aplastar a las corrientes minoritarias, excluye a sectores democráticos de participar de la vida y el accionar del Polo como sucedió en el caso de María Emma Mejía y no permite una justa dirección de la organización.

Nuestra Conferencia Nacional fue enfática en buscar la definición sobre los objetivos reales del Polo. Más allá de la vocinglería sobre la unidad y del Ideario de Unidad, nosotros y otras fuerzas revolucionarias y democráticas que hoy hacemos parte del Polo, consideramos que este debe ser un instrumento político para oponernos a la corrupción, venga de donde viniere, pero ante todo para combatir y derrotar la recolonización imperialista norteamericana y su modelo neoliberal que tantos estragos ha causado a la producción nacional y por ende al bienestar del pueblo y de las masas laboriosas de la nación.

Si el PDA no tiene como objetivo central esta tarea, nosotros, una fuerza minoritaria pero revolucionaria, cargaríamos nuestros bártulos y correríamos los riesgos de la soledad absoluta. Preferimos un extenso túnel que una unidad para embellecer la democracia de los vende patria.


MOVIMIENTO NUEVA DEMOCRACIA MOIRISTA
Comité Ejecutivo Nacional
Bogotá, noviembre 11 de 2010