El 30 de Mayo finalizó una nueva jornada electoral en Colombia. En la denominada primera vuelta presidencial, como lo habíamos previsto, salió victorioso el candidato de Uribe, Juan Manuel Santos, quien obtuvo según los datos de la RegistradurÍa Nacional el 45.56% de los votos depositados, lo que equivale a 6.758.539 sufragios. Esta votación fue obtenida a través de la compra de votos y de la presión de los narcoparamilitares en la que esta incluido el PIN, a través de los votos comprometidos por la mafia de la contratación, de los sectores financieros y económicos beneficiados por la exención de impuestos que llega en un año a más de 8 billones de pesos, y ante todo por el chantaje al nuevo ejercito de desposeídos que conforman Familias en Acción. En dicho programa presidencial están afiliadas más de 3 millones de familias sin trabajo, victimas del neoliberalismo y del desplazamiento, quienes en su acervada miseria reciben una dadiva del gobierno, quien los chantajea, presiona y amenaza para que se inclinen por el candidato oficial.
Sin lugar a dudas Uribe designó a Andrés Felipe Arias para realizar la labor de zapa en el Partido Conservador y trasladar la votación de esa corriente política a favor de la candidatura de Santos. Nohemí, quien ganó la consulta fue vapuleada por lo agentes uribistas y solo obtuvo 892.323 votos, el 6.6% de la votación que apenas pudo obtener de su corriente y de los votos del pastranismo; ya que Belisario Betancourt quien la ungió candidata en la Convención Conservadora, en otra de sus nuevas trastadas votó por Juan Manuel Santos.
Y ni que hablar del Partido Liberal que tras ocho años de batalla oposicionista al gobierno de Uribe, sucumbió ante los halagos del condotiero, tal como lo afirmara el compañero de formula de Rafael Pardo los dirigentes liberales recibían en las diversas regiones a su candidato y se bajaban de la tarima prestos a negociar con Santos. El partido Liberal que en las elecciones del 14 de Marzo había sobrepasado el 1.800.0000 votos, solo obtuvo en las presidenciales 636.624 lo que representa el 4.38 % del total de votantes. La batalla de Cesar Gaviria quedo manchada al finalizar la contienda del 30 de Mayo por la acción tránsfuga de la mayoría de los dirigentes liberales.
La votación para Santos la obtiene su jefe de debate Álvaro Uribe de las alcantarillas. Hasta las encuestas le sirvieron a sus propósitos, cuando anunciaban que Mockus perdería en primera vuelta por un mínimo margen pero que superaría a Santos en la segunda vuelta, anuncio que le servía al uribismo para asustar a sus conmilitones, en busca de obtener la victoria en la primera y casi lo logran, ahora se ha comprobado que las encuestas “fallaron” y que Santos le saca una ventaja considerable al candidato del Partido Verde.
Germán Vargas Lleras, quien se reclamó Uribista no reeleccionista durante toda la campaña, se salvo de la debacle. El Partido Cambio Radical obtuvo el tercer lugar con 1.471.377 votos, es decir el 10.13 % del total, a pesar de haber sufrido todos los embates de Uribe para destrozarlo. Vargas Lleras no ha decidido el rumbo que tomara su movimiento en la segunda vuelta, pero no es difícil presagiar, que hará parte del gobierno de Juan Manuel Santos, si como todo lo indica este sale vencedor en los comicios del 20 de Junio.
Una corriente obrera tiene la obligación de mostrar la otra cara de la luna. Ni Uribe salió tan victorioso ni Santos pudo vencer en primera vuelta, más allá de las frías cifras de la Registraduría la oposición al régimen salió robustecida y el modelo narcoparamilitar inicio su ineluctable final. El Polo Democrático Alternativo y su candidato Gustavo Petro cumplimos a cabalidad e impedimos que Uribe con el DAS y su Gestapo nos eliminara de la contienda política; fueron cuatro años resistiendo las celadas, artimañas y calumnias contra la principal organización de oposición política al régimen mafioso de Uribe. El Polo obtuvo 1.329.512 votos que representan el 9.15 % de la votación, sobre la base de mantener en alto la defensa de la soberanía nacional y el rechazo a la recolonización imperialista norteamericana.
De manera sorpresiva apareció como principal contradictor del candidato Santos el ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus. El Partido Verde obtuvo mas de 500 mil votos para las elecciones del Congreso, mas de 1.800.000 votos en la consulta para la escogencia de su candidato a la Presidencia de la República y 3.120.716, que representan el 21.49 % de la votación para su candidato el profesor Mockus. La disyuntiva en las elecciones no la resolvieron las masas entre la izquierda y la derecha, a los votantes oposicionistas solo les llego su estado de ánimo para definir entre una derecha mafiosa que irrespeta las reglas del juego haciendo caso omiso de la constitución y las leyes y una derecha también pro-norteamericana que se opone al “estado de opinión de Uribe” y a la violación de las leyes para mantenerse en el poder, como lo llama Mockus “el todo vale”.
El 20 de Junio: Santos o Mockus
Con aires de triunfalismo, el candidato Santos anuncio la misma noche del 30 de Mayo la convocatoria a un gobierno de Unidad Nacional. Durante todo el Siglo XX la nación colombiana enfrento dos propuestas de gobiernos de unidad. El primero formulado por Benjamín Olaya Herrera en 1930, denominado de Concertación Nacional, al que se opuso Laureano Gómez. Benjamín Herrera enfrentó la crisis económica producida por el crack de 1929 desarrollando la industria nacional y la infraestructura del país y legislando a favor de los derechos de la clase obrera y de los trabajadores sobre descanso dominical remunerado, vacaciones y jornada de ocho horas, entre otras medidas democráticas que enrumbaron a Colombia por el camino del desarrollo. La segunda propuesta de crear un gobierno de unidad se realizo en 1957 y derivó en la creación del Frente Nacional, que obligaba a la alternación en la presidencia de liberales y conservadores, suscrito por Alberto Lleras y Laureano Gómez y votado afirmativamente en el plebiscito del 1 de diciembre de 1957. El Frente Nacional consolidó la hegemonía liberal-conservadora, se constituyó en un modelo antidemocrático porque excluía de la liza política a las demás corrientes y porque al final de cuentas sirvió para el reparto burocrático entre la oligarquía liberal-conservadora.
La propuesta de Santos, además de mentirosa y falaz, es la unidad nacional para realizar un consenso que le de el visto bueno a la narcopolitica, que valide sus fechorías a través de la Gestapo establecida con el DAS, la UIAF y demás organismos que conforman la ola de terror instaurada por Uribe y respaldada por Santos, es la unidad nacional para acallar los crímenes contra los dirigentes sindicales, indígenas y populares, para validar los falsos positivos, respaldar las invasiones a Irak y Afganistán y las bases militares, y terminar su tarea de liquidar los partidos. Es la más antipatriótica propuesta de unidad nacional hecha a la nación.
Del otro lado Mockus rechaza todo acuerdo de partido a partido y llama a que se respalde al Partido Verde por parte de las corrientes de las fuerzas antiuribistas y de los abstencionistas. Singular manera de hacer política. No será fácil librar de esta manera la batalla contra el candidato Santos y por ello todo indica que el 20 de Junio, a través de Santos, se prolongara en la dirección del estado colombiano el modelo de gobierno narcoparamilitar, mafioso y antidemocrático de Uribe.
En estas circunstancias, el Polo Democrático Alternativo al que pertenece nuestra corriente revolucionaria, ha decidido convocar a la abstención, alegando la falta de acuerdos. De verdad que no le falta razón, pero la política y las decisiones en beneficio del país no se toman todas las veces por ausencia de acuerdos, ni por la naturaleza del posible aliado. La clase obrera ni incide ni decide en este periodo ni sus exigencias de que se restablezcan los derechos democráticos perdidos de contratación y de organización son paparruchas negociables con el mejor postor. Para traicionar a la patria nunca haríamos un gobierno nacional con Uribe o Santos, eso lo aprendimos de Mosquera, pero para crear una situación favorable que le permita al proletariado combatir por el logro de sus derechos democráticos no nos tiembla la mano ni la voz para llamar a votar el 20 de Junio por el candidato que respetaría las reglas del juego de la democracia burguesa, es decir la constitución. Mockus representa esto último y los Moiristas que clamamos desde la década del 80 por que se respeten las reglas del juego, ora para combatir el terrorismo y el bandolerismo de las Farc, ora para repudiar los métodos del paramilitarismo y de la influencia de la mafia en la dirección del estado, no tenemos prejuicio alguno en llamar a votar el 20 de Junio bajo esta única premisa, por Antanas Mockus.
Sin lugar a dudas Uribe designó a Andrés Felipe Arias para realizar la labor de zapa en el Partido Conservador y trasladar la votación de esa corriente política a favor de la candidatura de Santos. Nohemí, quien ganó la consulta fue vapuleada por lo agentes uribistas y solo obtuvo 892.323 votos, el 6.6% de la votación que apenas pudo obtener de su corriente y de los votos del pastranismo; ya que Belisario Betancourt quien la ungió candidata en la Convención Conservadora, en otra de sus nuevas trastadas votó por Juan Manuel Santos.
Y ni que hablar del Partido Liberal que tras ocho años de batalla oposicionista al gobierno de Uribe, sucumbió ante los halagos del condotiero, tal como lo afirmara el compañero de formula de Rafael Pardo los dirigentes liberales recibían en las diversas regiones a su candidato y se bajaban de la tarima prestos a negociar con Santos. El partido Liberal que en las elecciones del 14 de Marzo había sobrepasado el 1.800.0000 votos, solo obtuvo en las presidenciales 636.624 lo que representa el 4.38 % del total de votantes. La batalla de Cesar Gaviria quedo manchada al finalizar la contienda del 30 de Mayo por la acción tránsfuga de la mayoría de los dirigentes liberales.
La votación para Santos la obtiene su jefe de debate Álvaro Uribe de las alcantarillas. Hasta las encuestas le sirvieron a sus propósitos, cuando anunciaban que Mockus perdería en primera vuelta por un mínimo margen pero que superaría a Santos en la segunda vuelta, anuncio que le servía al uribismo para asustar a sus conmilitones, en busca de obtener la victoria en la primera y casi lo logran, ahora se ha comprobado que las encuestas “fallaron” y que Santos le saca una ventaja considerable al candidato del Partido Verde.
Germán Vargas Lleras, quien se reclamó Uribista no reeleccionista durante toda la campaña, se salvo de la debacle. El Partido Cambio Radical obtuvo el tercer lugar con 1.471.377 votos, es decir el 10.13 % del total, a pesar de haber sufrido todos los embates de Uribe para destrozarlo. Vargas Lleras no ha decidido el rumbo que tomara su movimiento en la segunda vuelta, pero no es difícil presagiar, que hará parte del gobierno de Juan Manuel Santos, si como todo lo indica este sale vencedor en los comicios del 20 de Junio.
Una corriente obrera tiene la obligación de mostrar la otra cara de la luna. Ni Uribe salió tan victorioso ni Santos pudo vencer en primera vuelta, más allá de las frías cifras de la Registraduría la oposición al régimen salió robustecida y el modelo narcoparamilitar inicio su ineluctable final. El Polo Democrático Alternativo y su candidato Gustavo Petro cumplimos a cabalidad e impedimos que Uribe con el DAS y su Gestapo nos eliminara de la contienda política; fueron cuatro años resistiendo las celadas, artimañas y calumnias contra la principal organización de oposición política al régimen mafioso de Uribe. El Polo obtuvo 1.329.512 votos que representan el 9.15 % de la votación, sobre la base de mantener en alto la defensa de la soberanía nacional y el rechazo a la recolonización imperialista norteamericana.
De manera sorpresiva apareció como principal contradictor del candidato Santos el ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus. El Partido Verde obtuvo mas de 500 mil votos para las elecciones del Congreso, mas de 1.800.000 votos en la consulta para la escogencia de su candidato a la Presidencia de la República y 3.120.716, que representan el 21.49 % de la votación para su candidato el profesor Mockus. La disyuntiva en las elecciones no la resolvieron las masas entre la izquierda y la derecha, a los votantes oposicionistas solo les llego su estado de ánimo para definir entre una derecha mafiosa que irrespeta las reglas del juego haciendo caso omiso de la constitución y las leyes y una derecha también pro-norteamericana que se opone al “estado de opinión de Uribe” y a la violación de las leyes para mantenerse en el poder, como lo llama Mockus “el todo vale”.
El 20 de Junio: Santos o Mockus
Con aires de triunfalismo, el candidato Santos anuncio la misma noche del 30 de Mayo la convocatoria a un gobierno de Unidad Nacional. Durante todo el Siglo XX la nación colombiana enfrento dos propuestas de gobiernos de unidad. El primero formulado por Benjamín Olaya Herrera en 1930, denominado de Concertación Nacional, al que se opuso Laureano Gómez. Benjamín Herrera enfrentó la crisis económica producida por el crack de 1929 desarrollando la industria nacional y la infraestructura del país y legislando a favor de los derechos de la clase obrera y de los trabajadores sobre descanso dominical remunerado, vacaciones y jornada de ocho horas, entre otras medidas democráticas que enrumbaron a Colombia por el camino del desarrollo. La segunda propuesta de crear un gobierno de unidad se realizo en 1957 y derivó en la creación del Frente Nacional, que obligaba a la alternación en la presidencia de liberales y conservadores, suscrito por Alberto Lleras y Laureano Gómez y votado afirmativamente en el plebiscito del 1 de diciembre de 1957. El Frente Nacional consolidó la hegemonía liberal-conservadora, se constituyó en un modelo antidemocrático porque excluía de la liza política a las demás corrientes y porque al final de cuentas sirvió para el reparto burocrático entre la oligarquía liberal-conservadora.
La propuesta de Santos, además de mentirosa y falaz, es la unidad nacional para realizar un consenso que le de el visto bueno a la narcopolitica, que valide sus fechorías a través de la Gestapo establecida con el DAS, la UIAF y demás organismos que conforman la ola de terror instaurada por Uribe y respaldada por Santos, es la unidad nacional para acallar los crímenes contra los dirigentes sindicales, indígenas y populares, para validar los falsos positivos, respaldar las invasiones a Irak y Afganistán y las bases militares, y terminar su tarea de liquidar los partidos. Es la más antipatriótica propuesta de unidad nacional hecha a la nación.
Del otro lado Mockus rechaza todo acuerdo de partido a partido y llama a que se respalde al Partido Verde por parte de las corrientes de las fuerzas antiuribistas y de los abstencionistas. Singular manera de hacer política. No será fácil librar de esta manera la batalla contra el candidato Santos y por ello todo indica que el 20 de Junio, a través de Santos, se prolongara en la dirección del estado colombiano el modelo de gobierno narcoparamilitar, mafioso y antidemocrático de Uribe.
En estas circunstancias, el Polo Democrático Alternativo al que pertenece nuestra corriente revolucionaria, ha decidido convocar a la abstención, alegando la falta de acuerdos. De verdad que no le falta razón, pero la política y las decisiones en beneficio del país no se toman todas las veces por ausencia de acuerdos, ni por la naturaleza del posible aliado. La clase obrera ni incide ni decide en este periodo ni sus exigencias de que se restablezcan los derechos democráticos perdidos de contratación y de organización son paparruchas negociables con el mejor postor. Para traicionar a la patria nunca haríamos un gobierno nacional con Uribe o Santos, eso lo aprendimos de Mosquera, pero para crear una situación favorable que le permita al proletariado combatir por el logro de sus derechos democráticos no nos tiembla la mano ni la voz para llamar a votar el 20 de Junio por el candidato que respetaría las reglas del juego de la democracia burguesa, es decir la constitución. Mockus representa esto último y los Moiristas que clamamos desde la década del 80 por que se respeten las reglas del juego, ora para combatir el terrorismo y el bandolerismo de las Farc, ora para repudiar los métodos del paramilitarismo y de la influencia de la mafia en la dirección del estado, no tenemos prejuicio alguno en llamar a votar el 20 de Junio bajo esta única premisa, por Antanas Mockus.
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